Adolf Tobeña, Psiquiatra
Tengo 55 años. Nací en Graus (Huesca) y vivo en Sant Cugat del Vallès. Soy catedrático de Psicología Médica y Psiquiatría en la UAB. Tengo pareja y dos hijos, Anna (20) y Jordi (14). ¿Política? Soy aprendiz de liberal. No tengo creencias religiosas. Publico ´El cerebro erótico´ / ´El cervell eròtic´ (L´Esfera dels Llibres), obra en la que explico los circuitos neurales del amor y del sexo
-¿Qué es enamorarse?
Una transitoria tormenta de neurotransmisores... al servicio de la fusión monógama imperfecta (la pareja).
- ¿En qué consiste esa tormenta?
En un pico dopaminérgico acompañado por tonalidades oxitocínicas y vasopresínicas, modulado por andrógenos, estrógenos, copulinas, opioides... y docenas de otras sustancias en ciertas áreas del cerebro. -
-"Estoy enamorado" es más corto.
Pero la ciencia desvela la fabulosa complejidad neuroquímica que entrañan la amistad, el amor filial, el cariño, la dependencia, los celos...
-El mundo del espíritu...
Pues ese mundo espiritual tiene detrás su maquinaria, su específico circuito neural, su particular cóctel de neurohormonas.
- Pero, ¿por qué te enamoras de una persona y no de otra, eh?
Porque Cupido dispara. Cupido es el azar: es el encuentro con alguien en un momento neural propicio a esa tormenta. Y ahí se da el enamoramiento. En vez de ese alguien, podría haber sido otro.
- Que me gusten las curvas femeninas ¿es cultural o biológico?
Biológico. La evolución ha seleccionado esa atracción. Un bebé de cuatro meses fija más la mirada en una cara bella que una anodina, y más en la de mujer que de hombre.
- Y a una mujer ¿qué le atrae más de un hombre?
Los estímulos verbales más que los visuales: el pico de oro
-cantantes, poetas, curas, políticos...
aunque también el guerrero. Talentos que indican un ingenio aprovechable para el sostén de la prole.
- Físicamente, ¿qué rasgos atraen?
Durante el tramo fértil del periodo menstrual siente predilección por rasgos hipermasculinos: mandíbulas fuertes, cejas prominentes, mirada dominante, espaldas anchas...
- ¿Una atracción inconsciente?
Sí. Y en el periodo no fértil siente mayor inclinación hacia el hombre niño, más suave. ¡El primero garantiza fecundación, y el segundo, atención a la madre y al bebé!
- ¿Pesa más esa inclinación biológica que el entorno cultural?
En la sala de espera de un médico se pulverizó androstenol (hormona extraída del sudor axilar masculino) en una de las sillas. Una a una, se hizo entrar a mujeres en esa sala: ¡la mayoría acababan sentándose en esa silla masculina!
- La química de los sexos existe.
Otro experimento: a varios hombres se les dio a oler algodones impregnados en sudor axilar femenino. La mayoría prefirió el algodón impregnado cuando la mujer estaba en días fértiles.
-Somos marionetas de la química.
Hay individuos que se enamoran continuamente, son adictos a esa química, y podemos curarlos con un tratamiento farmacológico.
- ¿Cuántas veces puedo enamorarme en mi vida?
Cada tres o cuatro años, que es lo que dura el pico de esa tormenta amorosa...
- Soy heterosexual: ¿es mi cerebro, o el mundo me ha hecho así?
Si su cerebro fuese homosexual, se enamoraría usted de hombres.
- ¿Hay cerebros homosexuales?
De todos los cerebros masculinos, son homosexuales de un 4 a un 7%.
- ¿Y de los femeninos?
No hay suficientes estudios todavía.
- ¿Y en qué consiste un cerebro homosexual?
Ciertas regiones cerebrales (hipotálamo y otras) presentan estructuras, organización y cócteles neurohormonales diferentes.
- O sea, que se nace homosexual.
Claro. Pero los hay que tienen sólo apetencias homófilas, y otros pueden tenerlas también por mujeres (y las realizan si el entorno las prima). Y hay heterosexuales que mantienen contactos homosexuales por curiosidad, por experimentar, por gourmandería sexual.
- ¿Inventaremos un día una píldora para enamorarnos?
Para colocarnos en ese umbral del enamoramiento, quizá... Sí existen ya fármacos para aliviar el desamor.
- ¿Una píldora de la ruptura? Eso se cura con amigos, copas y tiempo...
- El corazón roto es un síndrome de abstinencia, un mono, y hay casos patológicos en los que es aconsejable una ayuda química.
- ¿Y la tiene para los celos?
Los celos masculinos, a partir de cierto umbral, son patológicos. Y provocan el 70% de los crímenes contra mujeres e hijos. Podremos detectar y modular ese umbral mediante fármacos.
- A este paso... ¡inventaremos el ´orgasmatrón´ de Woody Allen!
Será posible, sí.
- ¡Ay, pobre san Valentín...!
El conocimiento científico y sus aplicaciones farmacológicas sólo abre el abanico de opciones. ¡Ensancha nuestra libertad!
-¿Hay personas que jamás se enamoran en todas su vida?
Sí. En biología todo es posible, todo existe. Y pueden ser muy felices
[ Victor M. Amela: La Contra, La Vanguardia]
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